Los gatos caracales son una especie salvaje que tenían un significado muy importante para los antiguos egipcios. Son ellos los que aparecen en pinturas, figuras y esculturas egipcias, ya que se creía que protegían las tumbas de los faraones.
Incluso se han encontrado cadáveres embalsamados de estos animales.
Pero los egipcios no eran los únicos que apreciaban a los gatos caracales, también en China los consideraban importantes y los regalaban a modo de cortesía. En la India, los gobernantes usaban caracales para cazar pequeños animales y se fabricaban abrigos con su hermosa piel.
El nombre de esta especie de gato proviene de la palabra turca “karakalak”, que significa “una oreja negra”. De hecho, esa parte de su oreja de color negro, más allá de lo estético, les ayuda a mejorar su audición.
Actualmente los caracales viven en África, Oriente Medio y la India. Se reproducen en pequeñas camadas de hasta cuatro gatos y tras alcanzar el año de vida, se convierten en individuos maduros.
Los adultos pesan hasta 18 kilos, pueden vivir alrededor de 16 en cautividad y alcanzan velocidades de 5 mph al correr.
El cuerpo de estos gatos está hecho para atacar de forma furtiva a sus presas, las que suelen ser pequeños mamíferos y aves. Se mueven muy rápido y las almohadillas en sus patas son lo suficientemente acolchadas como para no hacer ruido mientras corren hacia sus objetivos. Su patas son tan fuertes que pueden saltar hasta alcanzar casi los dos metros de alto.
El lado más tierno de esta raza es que la madre de las crías suele abrazarlas. A su vez, los bebés también se abrazan y acurrucan entre sí para darse calor y cariño.
Son animales muy solitarios, curiosos, peligrosos e impredecibles, por lo que al adoptar uno como mascota, hay que cerciorarse de que haya pasado por un domesticación a temprana edad. Aunque en algunos países es ilegal tenerlos como mascota, lo preferible es que se mantengan en su hábitat natural, como animales salvajes y libres.
Lamentablemente en algunos países los caracales están amenazados, ya que matan al ganado de los pastores para alimentarse. En otros lugares, se cazan para obtener su piel y su carne.
Según la unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales, el animal se encuentra en estado de preocupación no muy grave, sin embargo en algunos países ya se ha prohibido su caza y han abogado por su protección.
Un hermoso animal que si no es preservado como corresponde pronto, quizás, este en estado de peligro de extinción.