No importa la orientación sexual, todo el mundo tiene el derecho de criar a un hijo. Si la pareja es homosexual o heterosexual, no importa mientras le den el amor y la guía que necesita para ser una persona feliz y buena. Aunque hay sujetos homofóbicos que se oponen completamente a estas uniones, la noticia que te contaremos a continuación nos entrega la esperanza de que podamos avanzar hacia un mundo más inclusivo y menos lleno de odio.
Felipe Nájera y Jaime Morales se transformaron en la primera pareja homosexual en adoptar legalmente en México. Hoy son padres de una bella niña de 7 años, a la que protegen con suma dedicación.
Ellos representan un paso adelante hacia una sociedad más justa, que no viole los derechos de las minorías sexuales.
Esta pareja se casó en 2010 y, luego de años de exhaustivos controles y pruebas realizadas por el Centro de Estancia Transitoria para Niños y Niñas de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), por fin lograron que aprobaran la adopción de Alejandra.
La pudieron conocer a los 4 meses de edad, y la recibieron en su vida con mucho amor.
Ser padres de esta niña es algo que está más allá de “ganar una batalla”, dijo la pareja a La Opinión de Bolivia. La niña es el complemento perfecto que buscaban para consolidar su familia.
“Para nosotros Alejandra no es un trofeo, tampoco una bandera”, comentó Jaime Morales al medio.
“¿Con qué moral dicen que tenemos mascotas en lugar de hijos, con qué moral sentencian que los hijos adoptados por familias homoparentales o lesbomaternales se convierten en objetos? Son ellos los que promueven un discurso de odio”.
Como cualquier padre, ellos se preocupan del bienestar de Alejandra, vigilando sus emociones y sus requerimientos básicos. Y es por eso que no toleran las faltas de respeto que alguna gente tiene contra la comunidad LGBT+.
“En lo cotidiano nos preocupamos como cualquier otro padre de familia por su educación, por acompañarla en sus emociones, en su crecimiento, es la batalla que nos interesa dar”, cuenta Felipe.
“Como activistas, no podemos quedarnos callados ante la intolerancia del clero hacia nuestra comunidad. Buscamos se respete la forma que hemos elegido de ser familia”.
Estos padres felices llaman a la sociedad a que sean más empáticos con las personas LGBT+ en los discursos que le enseñan a las nuevas generaciones sobre ellos. Es necesario que les entreguen una educación sexual sana y preventiva, y que entiendan que las personas no heterosexuales no son aberraciones ni personas malas.
“Ignoran cómo vivimos, desconocen los derechos de la población homosexual”, comentó la pareja. “En lugar de subir al púlpito para decir que nosotros somos una aberración, deberían fomentar una educación sexual, sana, adecuada y preventiva, que evitara que tantos niños estuvieran en condiciones de ser adoptados o en abandono social. Hoy existen dos millones de niños en condición de calle, no es una cifra menor”.
El amor es un regalo que no podemos desaprovechar, no importa si a quien amamos es una persona de nuestro mismo género. Y porque amamos a alguien de nuestro mismo género, no debería impedírsenos adoptar para formar tu propia familia. Si alguien cree que esto “descarrilará” al pequeño, es absolutamente mentira. Los niños se de descarrilan en hogares llenos de violencia o donde no los quieren.
Felicidades a México por este avance en derechos humanos.