La tabla periódica de los elementos seguramente la conociste durante tu época escolar y fue de gran ayuda para poder aprender química. Pero ese no es el único fin que se le ha encontrado a este particular invento, de hecho a un joven lingüista de 31 años, Juan Romeau, se le ocurrió adaptarla al estilo gramatical.
La nueva tabla periódica era destinada para que los amantes de las letra pudieran memorizar y aprender ciertas normas fundamentales con mayor facilidad y resultó tener un éxito increíble. Se difundió rápidamente entre las redes sociales por ser bastante práctica y sencilla, ya que cada una de las letras de la tabla se asocia a una regla ortográfica.
Romeu consideró que el aprendizaje a través de gráficos resulta mucho más sensillo y prático. Pero esta idea no se le ocurrió de un día para otro, sino que trabajó para la Real Academia Española durante un tiempo.
“Comencé a elaborar la tabla con cuatro elementos, y luego se sumaron más y más, aunque la tarea más difícil fue compactar la información más importante de cada elemento en el menor espacio posible, logrando que esta fuese precisa así como bastante clara”.
Juan Romeau
El proyecto se llama “Sin Faltas” y se propone mejorar la ortografía, además de que las normas sean respetadas y se les dé el valor que merecen, el cual se ha ido perdiendo poco a poco según Romeau
Hay quienes aseguran que por consecuencia de la utilización casi exclusiva de las redes sociales, comenzamos a perder interés en las reglas gramaticales y escribimos peor que nunca, sin embargo, Romeau asegura que ahora escribimos mucho más que antes.
Ahora solo queda aprender las reglas gramaticales y ponerlas en práctica.