Es normal que los niños sean inquietos y rebeldes, están en una etapa en donde todo representa para ellos una nueva aventura y un gran desafío, por eso hay veces en que su temperamento es demasiado inestable y hablarles no soluciona la situación.
Sin embargo llegar a los golpes nunca es una buena opción, de hecho según un estudio de la Universidad de Michigan las “nalgadas” no son para nada educativas sino todo lo contrario, podrían provocar trastornos mentales a largo plazo en los niños.
Se analizó a 8.300 adultos entre los 19 y 97 años a quienes se les preguntó respecto a sus experiencias negativas en la infancia.
El 55% de los encuestados confesaron haber sido “palmeados” de pequeños y esa muestra fue exactamente la que mostró más problemas depresivos y mentales.
Los científicos no solo pretendieron dar a conocer las consecuencias de los golpes en los niños, sino que además categorizarlos como una peligrosa manera de castigo para intentar erradicarlo de nuestra cultura.
Según el estudio aquellas personas que son más golpeadas en su niñez, son más propensas al suicidio y al consumo excesivo de alcohol y sustancias estupefacientes.
Este tema siempre ha sido muy polémico, ya que algunos aseguran que sin golpes los chicos no aprenden. De hecho durante la época de los 70′ y 80′ la crianza fue bastante dura, algo que se ha ido suavizando a los largo del tiempo.
De todas maneras hoy en día se dice que los niños son cada vez más desobedientes, por lo que han generado la “niñofobia” millennial, en donde los jóvenes han bajado la tasa de natalidad.