La mayoría de los padres esperan entregar siempre lo mejor a sus hijos, por supuesto que con mucho trabajo y esfuerzo; sin embargo, cuando una enfermedad llega a sus vidas, el escenario cambia dramáticamente.
Es lo que le sucedió a estos humildes padres del este de China que tuvieron un fuerte cambio en su vida cuando a Li Junyang, su hijo de solo 3 años fue diagnosticado con un extraño tipo de cáncer llamado neuroblastoma.
El neuroblastoma suele manifestarse con un bulto en al abdomen acompañado de malestar general. Desafortunadamente, en la mitad de los casos, éste se expande a otras partes, como el hígado y la piel.
Aunque el escenario era muy complejo, no se dieron por vencidos y pidieron ayuda a todos sus amigos para trasladarse a Shanghai y comenzar el tratamiento. Pero, a pesar de todos los esfuerzos, estos padres quedaron sin fondos.
“Mami no llores”
los padres de niños con cáncer abandonan a menudo los tratamientos de sus hijos en China, ya que un niño con cáncer implica que los padres no puedan trabajar ya que le deben dedicar el mayor tiempo posible a sus pequeños.
En el caso de esta familia, a pesar de los casi 30 mil dólares que habían logrado reunir, los padres necesitaban todavía 66 mil dólares más para cumplir con todo el tratamiento de su pequeño.
De esa forma, las lágrimas de la afligida madre generaron una escena muy conmovedora que podría romper el corazón de cualquiera. El desgarrador momento fue compartido por la fundación Dahe Charity.
Las fotografías muestran la gran tristeza, sobre todo cuando la madre entre lágrimas dice: “Realmente no tenemos otra manera, mi esposo y yo discutimos todos los días por dinero”. En ese minuto, la reacción del niño de tres años fue limpiar las lágrimas del rostro de su mamá y decirle “mami, no llores”.
De esa forma, Li Junyang demostró que la edad no es impedimento para demostrar que tiene un corazón de oro y que se preocupa por el sufrimiento de sus padres.
Por fortuna, el tratamiento continuó gracias a la fundación Dahe Charity que organizó una campaña para recolectar fondos apelando a la bondad de los padres del mundo con la hermosa y triste escena del niño consolando a su abatida madre.
