Antiguamente, la economía de Europa dependía en su mayoría de la agricultura. Por eso las sequías eran algo terrible que debían afrontar. Fue en 1417 cuando apareció la primera de varias piedras llamadas apocalípticas o “Piedras del Hambre”. Algunas tienen inscripciones como “Cuando me veas, llora“, “Antes lloramos. Ahora lloramos. Tú también llorarás“, o “Los que una vez me vieron, lloraron. Los que me vean ahora también llorarán“.
Según información históricas, estas piedras servían de advertencia para avisar la llegada de tiempos difíciles. Esto es, cuando las aguas llegaban a niveles muy bajos, se interpretaba como una señal divina de sequía, enfermedades, hambre y muerte. Estas rocas se pueden encontrar desde el río Elba, en la República Checa, hasta en Alemania.
Hoy, Europa del Este no depende de la agricultura como antes pero desde junio de este año, la región ha sufrido uno de los veranos más calurosos en la historia. Las temperaturas son muy altas y se ha producido una sequía muy fuerte.
Con todos estas señales que muestra el clima, algunas personas están más que alarmados porque el nivel del agua a vuelto a mostrar las Piedras de Hambre. Las más recientes son de 1616 y el solo hecho de verlas, ha causado una fuerte preocupación por lo que les depara el futuro.
