Parece sacado de la película “La vida secreta de tus mascotas”, pero es real: hay animales que esperan todo el día a que sus dueños vuelvan a casa. Y apenas oyen los pasos y las llaves en la puerta, saltan y aúllan de felicidad porque el desaparecido humano ha vuelto a casa.
Esto es lo que le sucede a Opal, un perrito que ama mucho a su dueño, lo espera todo el día y siempre sabe cuando vuelve. Pero para él es más difícil, pues es sordo y ciego.
Por su condición, no puede ver ni oír a sus dueños ni nada a su alrededor. Por ello, Opal nunca sabe cuando tiene a alguien a su alrededor. Al menos no lo sabe de la forma más tradicional.
Seguramente se debe sentir solo y desorientado en el mundo. Pero no tanto, pues tiene la ayuda de un gran sentido para descubrir a sus humanos: el olfato.
En el tierno video que puedes ver arriba, la dueña de Opal describe cómo este se da cuenta de que su otro dueño va llegando gracias a su sentido del olfato y del tacto.
Aunque puede estar algo desorientado, comienza a mover la cabeza para todos lados mientras el auto de su dueño llega. “Esta es la parte favorita de mi día”, dice Christine Baxter, quien registra el momento.
“Miren como funciona su olfato”, dice una emocionada Christine. Cuando se acerca el hombre, Opal empieza a ladrar de felicidad, abalanzándose sobre su dueño. Corre por todo el patio, emocionado, mientras su humano lo toca para que sepa dónde está.
¡Qué bonita escena!