Fue en octubre de 2016 que la vida del cantante Michael bublé y su esposa, la actriz argentina Luisiana Lopilato, cambió para siempre y de la manera más desgarradora. Noah, su hijo mayor de 3 años de edad, fue diagnosticado con cáncer.
El niño comenzó con mucha fiebre y fue internado en un hospital bonaerense, donde la familia residía la mitad de cada año. Ahí le diagnosticaron paperas, pero no mejoraba así que lo llevaron a un hospital de niños en Los Ángeles (Estados Unidos).
El diagnóstico arrojó una bomba: el pequeño tenía un tumor maligno en su hígado. Michael y Luisana detuvieron sus carreras para dedicarse un cien por ciento a su hijo. Ambos artistas pasaron de ser muy activos en redes sociales a desaparecer completamente.
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Luego de un tiempo, publicaron un comunicado como agradecimiento a todos por su preocupación, rezos y mensajes deseando una pronta recuperación de su hijo. Al mismo tiempo, pedían que el mundo respetara su privacidad para poder acompañar en familia a Noah.
Dos años más tarde, el pequeño se encuentra mucho mejor. Salió exitoso de sus tratamientos y Luisana retomó activamente sus redes sociales. Por esta vía compartió el nacimiento de la tercera integrante del clan Bublé Lopilato, su primera hija llamada Vida.
Pero Michael continuaba alejado de las redes sociales. Fue hace unas semanas que reapareció en un video publicitando su próximo álbum, llamado “Love”.
Sus seguidores estaban felices, pero una dura noticia les golpearía más tarde.
“Love” sería su último álbum, con el que se despediría de su carrera musical para siempre.
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“Esta es mi última entrevista. Me retiraré del negocio. He hecho el disco perfecto y ahora puedo irme en la cima”, admitió en una entrevista con el Daily Mail, donde señaló que fue el desgaste emocional de llevar la enfermedad de su hijo el que no le permitía continuar llevando la vida de una estrella musical.
“Todo mi ser ha cambiado. Mi percepción de la vida. No sé si puedo terminar esta conversación sin llorar. Y nunca perdí el control de mis emociones en público”, añadió.
Bublé dijo que ya no tenía “estómago” para continuar en la industria musical, y que había decidido retirarse en la cúspide de su carrera para poder dedicarse completamente a su familia.
Pese a que nos da mucha pena, pues es un placer escuchar su voz, entendemos que tras el duro golpe que debió vivir necesite concentrarse en sus hijos a tiempo completo. Y por suerte tiene todos los recursos para hacerlo sin que necesite conseguir un trabajo.
Su esposa, por su parte, no se ha despedido de su carrera teatral ni de sus 3,2 millones de seguidores de Instagram. Quizás ella se siente más cómoda en la vida pública que su marido.
