Aunque cueste mucho creerlo, el caso de los cinco hombres que tomaron a una muchacha sola y borracha en Pamplona, España, para violarla en grupo y además grabarla es una tragedia que se ha repetido en más de una ocasión durante los últimos años. Es lo que confirma un caso en Molins de Rey, donde un grupo de cuatro jóvenes, todos entre 20 y 23 años, fueron detenidos por la policía por ser los presuntos autores de una violación grupal.
Esta segunda víctima es una joven de 21 años que salió de fiesta el día 19 de mayo con un grupo de amigos que pasó la noche en la discoteca Be Disco, a las afueras de Molins de Rey. En el lugar, ella y sus amigos bailaron y bebieron hasta tarde. En la madrugada, salieron juntos y borrachos de la discoteca y afuera ella se encontró con un grupo de otros seis hombres. Se presume que la víctima conocía, al menos, a uno de ellos, es por eso que cuando reconoció al grupo se acercó a saludar.
Los muchachos amablemente, le preguntaron si quería que siguieran con la fiesta en otro lugar, ella respondió que sí. Se subieron al auto y la llevaron.
En su declaración a la policía, la joven aseguró que la metieron al maletero. Después de un breve viaje, llegaron a un camino apartado que está por el Parc Agrari del Baix Llobregat, al otro lado de la carretera de la discoteca. En ese momento ya eran las 6.30 de la mañana.
Los hombres se bajaron del auto, abrieron el maletero y sacaron a la víctima. De acuerdo a su declaración, dos de ellos decidieron bajarse cuando el auto estaba de camino. Pero los cuatro restantes la violaron en grupo y el episodio duró hasta cerca de las 8 de la mañana, cuando el sol ya brillaba. Una persona normal podría creer que esa clase de actos no ocurren en la mañana, pero lo alejado del lugar permitió que nadie lo viera.
El grupo la puso en el auto de nuevo y la dejó tirada en una zona cercana. La joven, desorientada y con su ropa desgarrada, llegó hasta la estación de Ferrocarriles de la Generalitat de Sant Boy de Llobregat, y pidió auxilio al guardia de seguridad. Éste llamó a la policía que vio que la mujer seguía el patrón de haber sido víctima de una violación.
En el cuartel, la joven llegó en estado de shock, donde relató los hechos. No sabía dónde estaba ni tampoco recordaba dónde había estado antes. Pasaron a las pericias físicas de rigor donde un examen médico hecho en el hospital de Sant Boi, confirmó una agresión múltiple.
Su estado le impidió recordar rostros y pensar en posibles vínculos. Recordaba, eso sí, una cosa y era haber mordido a uno de los agresores en el cuello.
La policía salió en busca de los sospechosos y dieron con cuatro jóvenes cuyas características concordaban con el difuso relato de la joven. Los pusieron frente al vidrio donde ella debía reconocerlos, pero de nuevo no fue capaz.
No obstante, la policía no se valía sólo de un reconocimiento para detenerlos ya que tenían suficiente material incriminatorio como para que tuvieran que dar explicaciones en el juzgado.
Los jóvenes fueron inculpados y mientras dure la investigación, estarán en libertad provisional. Las únicas medidas que se tomaron para limitar su libertad fue el retiro del pasaporte, comparecencias periódicas, una orden de alejamiento y la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio. Además tuvieron que entregar sus aparatos móviles con el fin de comprobar si habría alguna prueba de valor en ellos. Otros dos jóvenes también fueron imputados por los mismos hechos.
La policía dijo que eran los que abandonaron el auto antes de que llegaran al sitio eriazo. De igual forma serán formalizados, pero con el atenuante de no haber tenido una implicación directa.
Desde la discoteca Be Disco aseguran que están a disposición de la policía para brindarles toda la información y el material que necesiten en su investigación. Y la municipalidad de Molins de Rey también planea tomar medidas, pues aseguran que están estudiando la posibilidad de querellarse particularmente contra el grupo, como una forma institucional de rechazar el ataque sexual.
Este nuevo evento tan reprochable no hace más que recordarnos los tristes acontecimientos de violencia machista con los que las mujeres deben lidiar cada día. Esperamos que las leyes se endurezcan y así puedan enviar una señal a los hombres que piensan que son superiores y pueden violentar a las mujeres a su antojo.