El mundo entero se paralizó por la gran boda real que fue llevada a cabo el pasado 19 de mayo. Fue ese día que el príncipe Harry y Meghan Markle se casaron oficialmente y la celebración parecía de cuentos de hadas. Pues bien, en su carácter de Duquesa ahora, la ex actriz y modelo deberá seguir estrictamente la etiqueta real y el conjunto de reglas asociadas. Entre ellas, algunas palabras prohibidas.
Al parecer, casarse con un miembro de la realeza en la vida real no es equivalente a convertirse en una princesa de Disney. Es por eso que la reciente esposa del príncipe debe abandonar muchas cosas habituales que formaban parte de su vida diaria.
1. Baño
En lugar de la palabra común en inglés “Toilet” (Baño) los miembros de la familia real usan “Lavatory”. Por eso no se le volverá a escuchar a Meghan frases como “¿Dónde está el baño de damas?”
2. Té
Tendrá que cambiar la utilización de la palabra para denominar al momento del día o más específicamente a la acción de tomar esta bebida en compañía. Más específico, la realeza no invita a alguien a “tomar el té” sino a un “almuerzo” o “cena”. Así que adiós a las tardes de chismes con las amigas.
3. Sala
El palacio de Buckingham no tiene “living room” (sala) y tal parece que en el que vivirá la Duquesa de Sussex tampoco, por eso Meghan tendrá que recibir a sus invitados especiales en el “salón de visitas”.
4. Perfume
Todas las mañanas la familia real se aplica “scent” (fragancia) y no “perfume” como hacemos los plebeyos. Esperemos que no se le ocurra a Megahn decir “colonia”… qué vulgar.
5. Cool, chic o cualquiera de sus equivalentes
Entre las clases altas, especialmente la realeza británica, la utilización de palabras como “cool”, “nice” (o cualquiera de la que escuchamos comúnmente en películas) están estrictamente prohibidas. En lugar de ellas, los monarcas ingleses utilizan “elegante”. Menos colorido, pero más “elegante”.