En abril de este año la duquesa de Cambridge junto al príncipe William recibieron a su tercer hijo, Louis. Esto a causado una gran controversia, ya que muchos critican que la duquesa no debería tener tantas niñeras para el cuidado de sus hijos, siendo que al no ser una madre trabajadora, podría encargarse de criarlos perfectamente ella, sin ayuda de otras personas.
Algo que se contrapone a lo que desde un principio de su matrimonio han hecho los Duques de Cambridge, que es llevar una vida lo más normal posible dentro de lo que se pueda y siempre privilegiar a su familia por sobre los deberes reales.
Sus hijos son llevados a giras reales y estudian en escuelas tradicionales “normales” con otros niños. Juegan en el parque , van a fiestas de cumpleaños y tienen una niñera desde el año 2013. María Teresa los a ayudado a cuidar a sus hijos desde entonces.
Las críticas han sido duras, especialmente desde que la familia vive en Kensington Palace, en donde cuentan con un personal completo para realizar todas las labores del lugar. La niñera se dedica únicamente al cuidado de los niños y en realidad es algo normal para unos padres que, a pesar de no tener trabajos formales, deben dedicarse a sus labores como parte de la realeza.
La duquesa apoya y trabaja con varias organizaciones benéficas, además de hacer apariciones oficiales en todo el Reino Unido como representante de Su Majestad. Representa al país en funciones y eventos, además de viajar al extranjero y asistir a cenas y galas oficiales.
Los detractores alegan que ella no tiene un trabajo al cual asistir y debería cuidar por si sola a sus hijos, mientras que los partidarios de la duquesa afirman que a pesar de ser bastante ocupada, no deja de lado su labor y cariño de madre, además puede tener la seguridad de que sus hijos están a salvo cuando ella no puede estar presente.