Pagar las cuentas y mantener a los hijos es algo desgastante si no tienes un sueldo gordo y estable, por lo que muchos padres intentan ahorrar dinero a como dé lugar. en eso pensaba Alon Abare, cuando se dio cuenta de que su automóvil tenía un sonido extraño, e intentó arreglarlo por sí misma para salvar tiempo.
Pero fue una de las peores decisiones que tomó en toda su vida.
Cuando Abare encedió su auto y abrió el capó para descubrir de adónde venía el sonido extraño, acercó su cabeza al motor y éste atrapó su pelo. Ahí comenzó la pesadila.
Comenzó a gritar porque el dolor era insoportable, aunque no estaba segura de lo que estaba sucediendo. Treinta segundos después, dos de sus cuatro hijos corrieron al garaje para ayudarla. Uno de ellos se metió al automóvil para apagarlo, y el otro le cortó el pelo con unas tijeras que trajo de la casa.
Inmediatamente la madre fue llevada al hospital, donde se enteraron del incidente, que podría haber sido mortal.
La lesión fue tan grave que los cirujanos debieron de quitarle una buena parte de su cuero cabelludo, lo que dejó una gran cicatriz que hoy ella cubre con una peluca.
Su médico ha señalado que aún esperan que la herida cicatrice mejor para poder luego realizar una cirugía de trasplante de cabello, para que se vea como solía hacerlo antes del peligroso incidente.
Aunque estaba tratando de ahorrar dinero para no llevar su carro al taller mecánico, la mujer terminó gastando mucho más en facturas médicas, medicamentos y otras necesidades para el tratamiento.
Para prevenir estos accidentes, las recomendaciones son obvias: si ya no puedes llevarlo a un taller mecánico como deberías, revisa tu auto siempre con el pelo amarrado y con las manos hacia atrás, para que no interfieran con la vista y no queden atrapadas en alguna parte. Y, lo más importante: tener el motor apagado antes de abrir el capó.