Ésta es una noticia que ha remecido al Reino Unido y que deja al descubierto que más de 100 miembros y ex integrantes de los Testigos de Jehová confesaron al diario The Guardian que fueron víctimas de abuso sexual infantil, violencia física y otros tipos de vejámenes cometidos por los más altos mandos de dicha comunidad religiosa.
Dichas declaraciones dadas por las víctimas, establecen que dentro de la organización “existe una cultura de encubrimientos” desde hace muchos años y que los líderes religiosos indican a las víctimas a no proseguir con las declaraciones, incluso les piden no presentar denuncias ante las autoridades para no provocar el “reproche de Jehová” . Les dicen que podrían ser expulsados de la congregación y perder el contacto con sus seres queridos.
“Los testigos de Jehová deben perder su condición de organización de caridad, debido a que no están protegiendo a los niños“, dijo una de las víctimas que fue objeto de abusos sexuales entre los 3 y 12 años de edad. “Estoy completamente horrorizado por los testigos de Jehová. No obtuve apoyo y experimenté 10 años de abuso”, exclamó otra de las víctimas, quien agrega que los ancianos de la congregación sabían sobre esas agresiones, pero “nunca” hicieron nada para detenerlas.
Existen otras ex integrantes de esa congregación que han revelado que se vieron obligadas a relatar con detalle ante un comité presidido por ancianos (proceso en el que se exponen y confiesan faltas o pecados ante los líderes de la congregación) sobre sus primeras experiencias sexuales. Según The Guardian, en la sede de los testigos de Jehová del Reino Unido existe una base de datos de acusaciones de abusos cometidos dentro de la organización, pero que no se ha entregado a las autoridades del país.
En una de las declaraciones, la congregación religiosa afirma que mantener la seguridad de los niños es muy relevante, además, dijo que una víctima y su familia sí pueden denunciar los casos de abuso infantil a la Policía. También establecen que los Testigos de Jehová tienen consejos de ancianos en dicha organización que tratan a las víctimas de los abusos con “compasión, comprensión y amabilidad”, y llevan a cabo la respectiva investigación de cada caso de forma interna.