La familia pudo abrazarlo por última vez.
Cuando se espera a un hijo, la alegría y esperanzas llenas nuestras vidas. Soñamos el día que nazca para poder abrazarlo y darle todo el cariño que hemos estado guardando para él o ella.
Pero lamentablemente, no todo resulta como se esperaba. De acuerdo a las Organización Mundial de la Salud, cada año se estima que nacen cerca de 15 millones de bebés prematuros que no alcanzan a cumplir las 37 semana de gestación.
Así le ocurrió a la familia Fretz. Su pequeño hijo nació mucho antes de lo esperado. Tenía apenas 19 semanas de gestación.
La madre, Alexis, había tenido un embarazo normal hasta que un día sintió malestares y comenzó a sangrar. Los médicos le dijeron que estaba teniendo un parto prematuro.
Le advirtieron que el bebé tenía pocas posibilidades de sobrevivir al momento de nacer.
Así llegó a este mundo Walter. Cuando nació, él sorprendió a todos porque su corazón latía y podía respirar. Los médicos decían que era un milagro.
No importa que hayan sido apenas unos minutos. Ellos valoraron cada segundo de vida con él.
Incluso su pequeña hermana pudo sostenerlo un rato y disfrutar su tiempo como hermana mayor.
Su padre muy emocionado por el instante, también pudo abrazar a su diminuto hijo.
Fue un momento íntimo que pudieron dejar registrado en estas imágenes y del milagro de la vida a tan pocas semanas de edad. Sin duda, la despedida debe haber sido muy emotiva.
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