Ya desde hace varios meses que muchas actrices han levantado sus voces para contar las experiencias de acoso y abuso sexual que han debido soportar y callar en la industria del cine. Estos abusos vinieron de personas más poderosas que ellas en Hollywood, y ha creado un verdadero escándalo en torno a esta terrible práctica, que es mucho más común de lo que nos gustaría pensar.
Cada vez más artistas se unen al movimiento “Me Too” (en inglés “yo también”). Y, ya lo han enseñado casos como el de Terry Crews o las víctimas de Kevin Spacey, esta dinámica de abuso no ha afectado solamente al género femenino.
Hace unas semanas, el recordado y querido actor de los 90 Brendan Fraser (que se hizo conocido por sus protagónicos en cintas como “La Momia” y “George de la Selva”) contó uno de los episodios más oscuros que le han tocado vivir.
Según ha contado, en 2003 Fraser se encontraba en un almuerzo relacionado a los premios Globos de Oro. Ahí se encontró con Philip Berk, el entonces presidente de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (el organismo que entrega dichos premios). Lo que sigue lo cuenta el mismo actor:
Su mano izquierda se movió hasta agarrar mi glúteo, y uno de sus dedos me tocó el perineo. Y empezó a moverlo… me sentí enfermo.
La historia ha sido corroborada por testigos y periodistas. El gran problema fue que en ese momento, todos se lo tomaron a broma, cuando en realidad era una situación extremadamente invasiva para Brendan. Finalmente este episodio le produjo un trauma que le hizo imposible continuar con su exitosa carrera:
Me culpaba a mí mismo y me sentía fatal… Hizo que me recluyera. Me convirtió en huraño.