Un bebé es uno de los seres humanos más frágiles e indefensos, a los que debemos cuidar y proporcionarles todo lo necesario para que puedan sobrevivir y desarrollarse. Ser padres no es un juego o una competencia, hay que tomar la responsabilidad y hacerse cargo por el nuevo ser.
Richard Heys y Bethany Rowley vivían en una casa con pésimas condiciones de limpieza, lo que lamentablemente le costó la vida a su pequeña hija de solo 2 semanas de vida.
El padre tuvo que cuidar a su hija toda la noche mientras la madre estuvo en el hospital debido a una gastroenteritis. Pero cuando llegó a casa al otro día vio a su esposo en le piso armando un cigarrillo de marihuana y cuando subió a revisar a la bebé, ella ya no respiraba.
Llamaron inmediatamente a un ambulancia y los paramédicos intentaron reanimarla, pero no lo consiguieron. El pediatra forense les explicó que no tenía problemas de salud y que solo podría haber afectado el ambiente peligroso y sucio en el que se encontraba la casa y sobre todo su propia cuna.
La casa era un gran desorden y la cuna estaba llena de ropa y otras cosas que no debían estar en ese lugar, claramente no era un ambiente adecuado para criar a un bebé.
Los padres no entendían por qué las condiciones de la casa eran malas y tampoco habían notado algo extraño en su bebé como para que pasara lo que ocurrió.
Quizás lo mejor era que no estuviera en ese ambiente. Compártelo con tus amigos.