A muchos les ha pasado que en ciertos momentos de la vida ha sentido ruidos o zumbidos extraños en los oídos que llegan a ser molestos y provocan preocupación por desconocer su origen.
Cuando es algo pasaje, se sigue la vida normal. Pero hay personas que sufren constantemente de estas molestias y ya tienen que ir a un médico para saber qué está pasando.
Las causas pueden ser variadas. Una de ellas serían factores circunstanciales como agua que entró al oído medio o el haber viajado hace poco en avión, práctica de actividades físicas extremas o por el cambio de postura luego de estar mucho tiempo en otra posición.
Pero cuando es muy recurrente y con una intensidad de moderada a fuerte, ya se debe consultar a un facultativo especialidad en el tema ya que se puede deber a alguna patología de importancia.
Por lo general, no constituyen una enfermedad sino más bien un reflejo sintomático de otras afecciones.
Causas
Estos zumbidos se les conocen como tinnitus o acúfenos. Se trata de la sensación de un ruido en los oídos sin saber cuál es su origen. Sólo los escucha la persona que lo padece.
Se calcula que son millones de personas las que sufren este problema. Pueden ser desde pitidos, pulsaciones hasta vibraciones entre otros. Se da mayormente en personas de más de 40 años de edad.
El tinnitus se puede producir por diferentes motivos y los más comunes tiene que ver con el aparato auditivo ya sea patológico o no.
No patológicas
Exceso de cera dentro del conducto auditivo.
Entrada de agua dentro del oído.
Cuerpos extraños en el oído.
Cambios hormonales.
Patológicas:
Tímpano perforado.
Diabetes y obesidad.
Cadena de huesecillos endurecida.
Trastornos psicológicos graves.
Enfermedad de Ménière.
Trastornos neurológicos.
Excrecencias carnosas, quistes o tumores.
Por traumas:
Golpes en la cabeza por caída, impacto, etc.
Hipertensión arterial y enfermedades coronarias.
Otras causas:
Consumo de drogas.
Consumo de calgunos medicamentos.
Estrés, ansiedad y fatiga.
Exposición a sonidos a muy alto volumen.
Uso frecuente de auriculares con volumen alto.
Exposición a ruido ambiental alto y continuado.
¿Qué hacer?
Si es frecuente y continuada, debe consultar a un médico de inmediato para obtener algún diagnóstico. El tratamiento debe ser oportuno para evitar el agravamiento o la posibilidad de secuelas irreversibles.
El tratamiento dependerá de la causa, y podrá ser una terapia farmacológica, soluciones quirúrgicas, terapias acústicas o radiofrecuencia.
No se recomienda tomar aspirinas ya que el ácido acetilsalicílico es nocivo en este caso. Los remedios caseros podrían ser útiles siempre que no se trate de una patológica y puede ser consumir piña, Gingko Biloba o colocar toallas tibias sobre las orejas, etc.
¿Cómo evitarlos?
Si son zumbidos que no son causados por patologías, se recomienda evitar exponerse a ruidos muy fuertes, llevar hábitos de vida sanos y mantener la salud física y psicológica.
También hay que reducir el consumo excesivo de sal, azúcar, cafeína y comida rápida y optar por hábitos de alimentación sanos y balanceados, además de hidratarse adecuadamente y practicar ejercicios.
Consecuencias a largo plazo
Si el diagnóstico y tratamiento se hacen oportunamente puede superarse la afección sin consecuencias. Si hay falta de atención al problema puede representar un gran riesgo para la salud.
Puede provocar la pérdida de la audición por agotamiento de las células auditivas. Por otro lado, también se puede producir lo contrario, hiperacusia, lo que significa, alta sensibilidad a los estímulos auditivos por la sobrestimulación auditiva; disminución en la calidad de vida y del rendimiento en el trabajo, cefalea, mareos, insomnio, depresión o ansiedad, etc.