Se trata de una historia que ocurrió en la casona mexicana en el bosque de Chapultepec, México y que escondería los terribles secretos de una viejita que todos creían que era muy dulce.
La mayoría de la gente no cree en fantasmas pero hasta a ellos se les erizaría la piel sin recorren el lugar. Sobre todo si está rodeado de una leyenda espeluznante.
Según cuentan algunos, se pueden oír voces de niños en la llamada “Casa de la Tía Toña”. Es un lugar tenebroso que ha dejado ver el paso del tiempo en su estructura.
Está emplazada en pleno Bosque de Chapultepec. Allí vivía una mujer solitaria. El lugar es enorme y está alejada del pueblo, se cruza por un puente y un nebuloso camino.
La mujer vivía sola al quedar viuda de un hombre rico. Tampoco tuvo hijos y heredó la propiedad junto a una gran suma de dinero.
Como estaba sola, le gustaba tener compañía. Y su deseo se hizo realidad cuando decidió salir a caminar a la ciudad y recoger a los niños abandonados a los que acogió bajo su techo.
Sus acciones no pasaron desapercibidas. Se hizo popular por su “alma caritativa” pero ella ocultaba algo tenebroso.
Un día, un grupo de niños de la calle quiso aprovecharse de su buena voluntad y le quisieron robar sus riquezas. Sin embargo ella alcanzó a despertar y al verlos en su casa sacando sus cosas los golpeó y los mató a todos.
Luego de pasado el impulso, se dio cuenta de lo que hizo. Sintió tanto remordimiento que se suicidó en su habitación.
Desde entonces, según cuentan, desde entonces se escuchan las risas de los niños y los lamentos de la “Tía Toña” además de sombrar que se mueven entre los árboles.