La presión arterial elevada es una enfermedad considerada “crónica” que se caracteriza por un incremento de la tensión sanguínea en las arterias.
Se expresa en dos medidas; sistólica y diastólica, según si la sangre es expulsada del corazón o este músculo está relajado.
Existen ciertos hábitos alimentarios, condiciones genéticas o enfermedades que propician la hipertensión.
Consumo de sodio
Cuando comemos muchos alimentos salados la presión aumenta, ya que la tensión que ejerce la sangre sobre las arterias es mayor. Un tercio de los pacientes que padecen de hipertensión es sensible al sodio porque, además incrementa la retención de líquidos en el cuerpo.
Menor producción de renina
Las personas de ascendencia negra sueles secretar menos renina (sustancia producida por el riñón) y por ello tienen más probabilidades de padecer hipertensión y que los medicamentos relacionados con la renina sean menos eficaces.
Resistencia a la insulina
Muchas personas que tienen diabetes también son hipertensos. La insulina tiene la capacidad de estimular la actividad en el sistema nervioso simpático, pero sin elevar la tensión arterial. Por eso, a los problemas de insulina se le añaden los de presión.
Sobrepeso y obesidad
Hay una relación muy estrecha entre un índice de masa corporal elevado y una mayor presión arterial. La sangre debe hacer mucho esfuerzo para atravesar las arterias taponadas con grasa y por eso general más tensión en las paredes.
Predisposición genética
Existen genes que determinan un mayor riesgo de padecer presión arterial elevada como también una relación entre las enfermedades coronarias y renales con la hipertensión. Por lo tanto si en nuestra familia hay casos de personas con problemas de tensión, es probable que también los suframos.
Edad
A medida que pasan los años aumenta la posibilidad de tener hipertensión, ya que las paredes arteriales se van deteriorando y haciendo más delgadas, mientras que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos. Al no haber elasticidad arterial el flujo sanguíneo tiene mayor resistencia al moverse.
Alimentos para ayudar a reducir la hipertensión
Una vez que sepamos cuál es la causa de nuestra hipertensión, debemos reducir la aparición de nuevos episodios. Básicamente una dieta equilibrada y baja en sal, una vida más tranquila y el ejercicio físico pueden ayudar en gran medida. Estos son los alimentos recomendados para las personas que sufren de hipertensión:
Ajo
Tomate
Tiene aminoácidos que ayudan a rebajar la presión arterial así como también licopeno, que mejora la circulación, y glutatión, un potente antioxidante. Puedes consumir tomate crudo en ensaladas, jugos o gazpacho.
Piña
Esta fruta tiene bromelia, una enzima que disuelve los coágulos y fluidifica la sangre. Bebe jugo de piña o rebanadas de la fruta como postre, al menos una vez a la semana para disfrutar de sus propiedades para el sistema circulatorio.
Plátano
Contiene magnesio y potasio y se recomienda en aquellas personas que consumen diuréticos o medicamentos para la hipertensión (ambos quitan estos nutrientes esenciales). Además evita los calambres y es una gran fuentes de vitaminas. Consume plátano como postre o en batidos.
Zanahoria
Es rica en vitamina C y beta-carotenos por lo que es perfecta para preevnir los problemas relacionados con el sistema circulatorio. Como zanahoria creuda en ensaladas o batidos para disminuir el colesterol, proteger las arterias y evitar la arteriosclerosis.
Legumbres
Come tres veces a la semana lentejas, garbanzos, guisantes o judías en diversas preparaciones para aportarle a tu cuerpo potasio, magnesio, vitamina B, hierro y fibra. Además son ricas en ácidos esenciales y proteínas vegetales.
Coles
Toda la familia de crucíferas, como el brócoli, la col rizada o las coles de Bruselas, son perfectas antioxidantes que sirven para prevenir la degeneración arterial y controlar la salud vascular. Hay miles de recetas que incluyen estas verduras repletas de glucosinolatos y aliados para equilibrar la tensión.
Semillas de Chía
Se trata de una excelente fuente de ácidos grasos Omega 3, fibra y magnesio. Puedes agregar una cucharadita en la leche, yogurt o le jugo del desayuno así como también espolvorear en tartas, ensaladas o sopas. No olvides hidratar las semillas con agua para que se activen.
Este cítrico es rico en vitamina C, así como también en flavonoides. Ambos nutrientes mantienen en buen estado las arterias y mejoran la elasticidad. Por lo tanto, evitan que la sangre haga demasiada presión para dirigirse al corazón. Usa el limón como aliño en ensaladas o saborizar platos.
Guayaba
Esta rica fruta tropical tiene la capacidad de reducir el colesterol malo o LDL y aumentar los niveles del bueno o HDL. También sirve para mejorar la presión sanguínea. Es una excelente opción para un postre, una ingesta a media mañana o un batido natural y refrescante.
Cúrcuma
Este especia de sabor tan característico contiene varios componentes que sirven para reducir los triglicéridos o el colesterol malo. Es perfecta para prevenir enfermedades cardiovasculares. Añádelo al arroz, las pastas o los sofritos, es muy rico y sano.