Nikola Tesla fue un ingeniero eléctrico y mecánico serbio, reconocido como el promotor más importante del nacimiento de la electricidad comercial. El famoso inventor nacido a mediados del siglo XIX, y que fue especialmente destacado en el área del electromagnetismo, es uno de los responsables de que el mundo sea tal y como lo conocemos.
Tesla fue uno de los hombres que más investigaron sobre la energía, y su sueño era obtenerla de forma libre e infinita para que todos pudieran disfrutar de ella sin agotarla.
Por ello, volver a sus investigaciones es necesario si queremos que el mundo sea más sustentable.
Pese a su inteligencia y duro trabajo, el inventor murió en la pobreza y la marginalidad, e incluso en sus últimos años se le consideró un científico loco. Uno de los motivos era su obsesión con los números 3, 6 y 9 que no lo dejaban dormir. pero que para el resto no tenía sentido.
“Si supieras la magnificencia de los números tres, seis y nueve, tendrías una llave al universo”, solía decir Tesla.
Para comprenderlo, primero debemos recordar que los humanos no inventamos las matemáticas, sino que las descubrimos. Los números y sus leyes son expresión gráfica de patrones que se repiten infinitamente en la naturaleza.
La geometría sagrada es un ejemplo de aquello.
Entonces podremos comprender lo que sucede con los números 3, 6 y 9 en la naturaleza.
Existen patrones que ocurren naturalmente en el Universo y que han sido descubiertos en toda la Tierra, las galaxia, las formaciones estelares, la evolución y los sistemas naturales en general.
Unos de esos patrones corresponden a la proporción de la geometría sagrada.
“La Potencias del Sistema Binario” es un sistema realmente importante que la naturaleza parece obedecer. En él, un patrón comienza de 1 y continúa duplicando los números: 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, 256…etc. Tanto las células como los embriones se desarrollan siguiendo este patrón.
Pero hay un problema: los números 3, 6 y 9 no se encuentran en aquel patrón.
Según el científico Marko Rodin, estos números representan un vector de la tercera a la cuarta dimensión que él llama “campo de flujo”.
Para uno de los estudiantes de Rodin, el matemático Randy Powell, ésta es la clave secreta de la energía libre, aquella que Tesla dominó.
Cuando se comienza a experimentar con patrones numéricos y con 3, 6 y 9, pueden descubrirse muchas cosas: si 2 y 6, por ejemplo, se comienzan a duplicar, el que queda fuera más allá de todos los patrones es el 9.
Es decir: 3 duplicado es 6; 6 duplicado es 12; pero en ninguno de estos patrones tampoco aparece el 9. Es como si se encontrara en un punto más allá, libre de patrones.