7 Situaciones Que Una Persona Verdaderamente Madura Sabe Sortear

Todas las personas tienen hábitos que hacen inconscientemente y que les impiden ser felices. Por eso es importante conocer cuáles son para poder descubrir todo aquello que nos obstaculiza nuestro camino para disfrutar de verdaderamente las cosas buenas de la vida.

Acá re dejamos 7 situaciones que te podrán mostrar algunas actitudes que tomamos sin darnos cuenta y que ponen freno a nuestro bienestar.

Ya es hora de alcanzar la felicidad ¡Descubre cómo!

 

1. Una pelea constante por tener una “mejor” vida

Al estar pendiente de los demás siempre creeremos que el resto tiene más talento y éxito. Por eso nos vemos  forzados a tener una mejor educación, un trabajo más valioso, comprar una casa o tener todas aquellas cualidades de una vida marcada por el lujo. Esta carrera de andar viendo que tu amiga se compró un teléfono mejor, es  agotador y las comparaciones se hacen realmente odiosas. Lo mejor es concentrarte en ti mismo, en tu vida y en tus metas.

 

2. Cosas por las que sufriste en el pasado

“Todos los problemas surgen en la infancia”. Así dicen. Tener una madre autoritaria que te presionaba sin darte descanso, o un padre que no te protegía, etc. Los padres no te mostraron un modelo de vida adecuado y por eso traes todo eso a tu vida actual. Así ocurre que tu relación se tambalea o tu carrera profesional no es lo que querías. Lo mejor es comprender que luchar contra ese pasado es inútil, debes soltarlo. Todo lo que eres ahora, es producto de tu pasado, pero aprende a sacar lo mejor de eso.

 

3. Cosas viejas que se guardan “por si me sirven a futuro”

A muchos les encanta tener cosas aunque no le sean necesarias; y se empiezan a llenar de objetos que lo único que hacen es ocupar espacio. Lo que debes hacer es todo lo contrario. Deshazte de las cosas innecesarias. Olvidate de decir “guardaré esto por si me sirve para futuro” o “si no lo llevo ahora, lamentaré no haberlo comprado” o “¡qué barato, lo llevo!”.

Lo mejor es seguir estas dos reglas básicas. Sigue el lema “más caro, mejor calidad, menos cantidad”, en otras palabras lo mejor es comprar algo bueno y costoso que un montón de cosas baratas. Segundo, si vas a comprar algo que crees muy importante, mejor espera uno o dos días. Se sabe que el 80% de los casos ese deseo se esfumará o ya perderás interés.

 

4. Prometer cosas en vez de decir “no”

A muchos les cuesta decir “no” a peticiones de la familia o los amigos por miedo a hacerlos sentir mal o herirlos. Entonces optamos por inventar excusas como “lo intentaré” o “no quiero comprometerme, pero si puedo…” El resultado es que nos queda la sensación que hay cuestiones sin terminar de las que siempre nos dan vueltas en la cabeza y se convierten en una molestia. Lo mejor es que debes aprender a que si no quieres hacer algo, mejor di que no. No des falsas esperanzas y exponerte a ti mismo a una situación complicada.

 

5. El querer obtener resultados inmediatos

Muchos han soñado con aprender algo nuevo. Por eso, deciden emprender y en el camino ven que no es tan fácil como creían, aún cuando iban dispuestas a aprender y tener una actitud positiva. Entonces, toda su disposición de lograr el resultado se desvanece. Esa motivación inicial se va diluyendo y se dan cuenta que en realidad ese deseo no eran tan real como pensaban.

Lo que debes hacer es que lo mejor era haber comprendido desde el inicio que esas expectativas debían ser más reales. El resultado real, correcto y de calidad se logra cuando se superan las dificultades. Y algo necesario para llegar a eso es la regularidad y la constancia.Una vez que consigues dominar la actividad, sentirás mucha satisfacción.

 

6. Esperar que te aprueben los demás

Estamos acostumbrados a esperar la aprobación de todos y esperamos a que nos lo digan. Pero debemos saber que hay personas que nos rodean y a las que no les caemos bien, siempre buscarán herirnos y lastimarnos. Si quieres ser feliz, no oigas a estas últimas; no le des tanta importancia a su opinión. Se tú misma y deja de intentar complacer a todos.

 

7. Disculparte sin razón

En la mayoría de las ocasiones ocurre que cuando alguien no nos ha entendido bien ni tampoco nos aprecia y se la pasan criticándonos, terminas tú pidiendo disculpas por algo sobre lo que no tienes ningún control y no eres responsable. La única vez en que debes pedir perdón es cuando perjudicas a alguien. Lo mejor es dejar de disculparte por ser quien eres realmente y por lo que quieres y te hace feliz.