Siempre que ves a una Combi andando por la calle, probablemente tu reacción sea una sonrisa nostálgica. Su vibrante color, los bellos recuerdos. Incluso quiás se te abra el apetito, ya que muchas hoy en día funcionan como bellos food trucks. Hay mil y un motivos para amar a este modelo de vehículos.
A continuación te contamos algunas curiosidades sobre este modelo clásico, para que te maravilles.
Es una feliz casualidad
Su éxito masivo comenzó casi sin querer: un día, un exportador de Volkswagen vio una plataforma que unos empleados crearon para trasladar mercancías dentro de la empresa. Le llamó la atención este vehículo con la plataforma, por lo que hizo un bosquejo de él y lo presentó a sus superiores. Se aprobo el proyecto ¡y así nació la Combi!
El auto de las mil ventanas
Una de las más peculiares versiones de este vehículo e la brasileña “Samba”, rodeade de 23 ventanas. Es un modelo tan mítico que hoy en día un ejemplar en buen estado puede llegar a costar más de 60 mil euros (unos 1,3 millones de pesos mexicanos).
Pionero en la aventura
Todo terreno
Los motores empleados en las versiones T1 y T2 de la Combi eran unos cilindros refrigerados por aire, lo que les permitía funcionar sin ningún problema sin agua, radiador, bomba de agua, junta de culata, manguitos y todo eso. Esto las hacía muy fiables en climas extremos, pudiendo viajar desde lugares con mucha nieve sin que congelaran su sistema de refrigeración, hasta los lugares más desérticos sin peligro de fundiciones.
El más veterano de la concesionaria
Recién en 2013, México dejó de vender Combis nuevas. En ese año se descontinuó su producción. El país había parado su producción en 1994 y las había exportado hasta 2013, cuando Brasil dejó de fabricarlas luego de 63 años produciendo ejemplares nuevos. Son muy pocos vehículos en el mundo los que son producidos y vendidos completamente nuevos por tanto tiempo.
Una reliquia de los tiempos modernos
El modelo “Samba” no es la única Combi valiosa de hoy: este vehículo y sus variantes son muy cotizadas por coleccionistas europeos, que pagan altos precios por ellas. Por esto es que los puertos brasileños continúan exportando ejemplares usados y restaurados hasta el Viejo Continente para venderlos a más de 450 mil pesos mexicanos cada uno. Lo valen.
El apodo que nació en México
“Combi” es una adaptación mexicana de Kombi, una forma corta que usaban los alemanes para decir el nombre completo del vehículo (Kombinationskraftwagen, que significa “vehículo de uso combinado”). Fue la popularidad de la Combi en México lo que popularizó este apodo, que luego se extendió por varios países de Hispanoamérica.
Hoy se sigue usando “Combi” para hablar de modelos de la línea Transporter y furgones en general. Es un apodo que se usa con cariño y un poco de nostalgia.