Si ya probaste de todo, excluiste de tu dieta las proteínas, los carbohidratos, las grasas, luego todos los alimentos sólidos y luego comenzaste a contar las calorías y aún así no alcanzaste el peso deseado, debes saber algo: todo lo que estabas haciendo fue en vano y estas son las razones:
Comes las proteínas y los carbohidratos por separado
Los seguidores de la nutrición aseguran que las proteínas y los carbohidratos se deben consumir por separado, de lo contrario los carbohidratos se pudrirán en el estómago y no tendrán tiempo de asimilarse junto a las proteínas.
Pero la anatomía rompe esta teoría de inmediato. Lo cierto es que la concentración del ácido clorhídrico en el estómago hace que la pudrición sea imposible, y entre el estómago y el intestino delgado se encuentra el duodeno donde se digieren perfectamente y al mismo tiempo las proteínas, las grasas y los carbohidratos. Además para digerir las proteínas y los carbohidratos se asignan enzimas diferentes.
Lo que deberías hacer es olvidarte de la división de los alimentos en carbohidratos y proteínas. Si los comes por separado tu sistema enzimático pierde su capacidad de trabajo y como resultado, obtendrás problemas digestivos y ningún efecto en tu variación de peso.
No usas el cuchillo
Nuestro cuerpo necesita al menos 20 minutos para comprender que el cuerpo ha comido y para evaluar qué tan lleno está el estómago. Pero muchas veces, durante estos 20 minutos nos las arreglamos para meter tantas cosas dentro de nosotros mismos que como resultado el cerebro grita ¡comiste demasiado!
Lo que debes hacer es comer todo con un cuchillo, cortando la comida en trozos pequeños. Esto, en primer lugar, ralentizará el proceso de alimentación facilitará el proceso de digestión y en segundo lugar, visualmente nos parecerá que comimos más.
Comes demasiada comida saludable
En una cucharada de aceite de oliva hay cerca de 150 kcal., al igual que en la mitad de una palta grande. Añade a eso las calorías del tomate, el pepino y las semillas de calabaza que también pondrás en la ensalada, y lo que parecía un liviano tentempié de vegetales se ha convertido en una comida completa de 500 calorías.
Los estudios demuestran que para nuestra figura es igual de dañino comer en exceso tanto los dulces como las verduras y las frutas. La única salida es controlar el tamaño de las porciones.
Te gustan los programas de desintoxicación
Los zumos y los batidos de colores son realmente buenos para la salud, pero no cuando forman la base de tu dieta. En una dieta así, el cuerpo solo pierde agua y masa muscular, pero no la grasa. Como resultado, el peso perdido con la dieta de “limpieza” vuelve rápidamente.
En lugar de jugos, es mejor consumir frutas y verduras enteras, así recibirás todas las sustancias útiles de la fibra que garantizará una buena digestión.
Cuentas las calorías
El contenido calórico de los alimentos se calcula quemando el producto en una cámara sellada. La cantidad de calorías de energía que se liberan durante ese proceso, serán los números que se indicarán en el paquete. Pero es imposible calcular cuántas calorías podemos absorber nosotros, también es muy aproximada la cuenta de la cantidad de calorías que gastas por día. Por eso, un cálculo meticuloso no te llevará a ver la cifra añorada en la balanza.