Cuando estamos frente a una persona con un cuadro de ansiedad debemos mantener la calma y ser cercanos sin presionar ni comenzar a juzgar.
Todos en alguna oportunidad podemos vernos frente a la situación de tener que ayudar a alguien con ansiedad, atemorizada por el miedo, la angustia o por un ataque de pánico.
Primero que todo, debemos tener claro que hay gestos, acciones o palabras que pueden aumentar la ansiedad en el otro.
No sirve decirle que se calme o decirle que eso a lo que teme o que le causa angustia no es real.
Alguien que sufre de ansiedad no puede razonar de manera clara y objetiva y nadie puede resolver eso de forma rápida pues tanto la mente como el cuerpo de quien tiene un cuadro de ansiedad se ven amenazados.
Estas personas requieren de tiempo y necesitan que les brindemos apoyo, que seamos cercanos y que tengamos en cuenta las tres estrategias que te presentamos a continuación.
Claves para ayudar a quien sufre de ansiedad
Lo primero que debemos tener claro es una serie de aspectos previos y saber que esta condición psicológica puede tener diferentes orígenes y manifestarse de múltiples maneras.
- Hay personas con ansiedad generalizada con fobias, trastornos de pánico, trastornos obsesivos-compulsivos con trastornos de estrés postraumático.
Tenemos que entender que la ansiedad es algo difícil de manejar para quien la padece y que debe tratarse con especialistas. Por nuestra aprte debemos recordar lo siguiente:
- Debemos aplicar entendimiento, comprensión, disponibilidad y asistencia.
No hay que trivializar el problema. La ansiedad no se desvanece sino que se maneja. Los doctores Alexander Bystritsky y Sahib S. Khalsa de la Universidad de California en un estudio nos explican que estas condiciones son las más prevalentes en la población.
- No debemos caer en el mismo nivel emocional que quien padece de ansiedad
No debemos contagiarnos de sus emociones y la ayuda que brindemos debe ser clara y objetiva por eso no debemos hacer promesas que no cumpliremos.
- No debemos proyectar grandes expectativas
Evitemos decir cosas como este problema lo resolverás enseguida, esto se te pasará con el tratamiento farmacológico, ya verás”.
A continuación te dejamos tres consejos para ayudar a quien padece de ansiedad:
Respira, estoy contigo
Cuando nos encontremos frente a alguien con un ataque de ansiedad debemos hacer lo siguiente:
- Debemos decir que no nos iremos de su lado y que nada malo va a pasar
- Debemos lograr que la atención de quien tiene una crisis de ansiedad se centre en nosotros.
- Llevaremos a esa persona a un lugar tranquilo y debemos lograr que controle su respiración haciendo que nos imite con respiraciones lentas, profundas y regulares.
Luego debemos acompañar a esa persona a un centro médico para cerciorarnos de que el ataque de ansiedad no tenga relación con una cardipatía u otra condición similar.
Enfoque cognitivo- conductual: Lograr racionalizar pensamientos
Debemos animarle a que exponga sus miedos, sus angustias o sus preocupaciones. Así deberá esforzarse en responder lo siguiente:
- Ante esa preocupación… ¿Que es lo peor que puede pasar?
- ¿Qué es lo mejor que podría pasar?
- ¿Qué es lo más realista o probable que suceda?
Ayuda de un experto y nuevos hábitos
Debemos convencer a la persona que sufre de ansiedad de visitar a un profesional especializado pues la terapia psicológica es lo mejor en estos casos. Así podrán conocer el origen de su condición y los dotarán de estrategias para hacerles frente.
Debemos ayudarlos en tener nuevos hábitos más saludables:
El Mindfulness es una práctica adecuada para combatir la ansiedad.
- Las técnicas de respiración son efectivas en casos de ansiedad.
- Hacer deporte también ayuda a a reducir el impacto de la ansiedad.
- Debemos recordar algo clave:
Al ayudar a una persona con ansiedad no es necesario cargar sobre nuestros hombros toda la responsabilidad.
Debemos ser una figura presente, afectiva y ofrecer motivación y compresión pero la obligación de superar las situaciones de ansiedad depende sólo de ese amigo, familiar o de tu pareja.