Si es que aun no lo sabías, las orcas que nacen en cautiverio no son felices y, la verdad, es que esta es una realidad que ya no se puede ocultar más, pero a pesar de todos los esfuerzos del mundo animalista, es una práctica que aún no cesa.
Hoy, te queremos contar sobre algunos estudios realizados en Estados Unidos y Nueva Zelandia, en los que se dedicaron a estudiar la dentadura de estos animales y la verdad, la situación es mucho peor de lo que imaginas.
En el estudio, publicado en la revista Archives of Oral Biology, se investigó el daño dental de estos animales en cautiverio. Y, gracias a esta investigación, lograron deducir que como resultado a la vida en cautiverio, las orcas desarrollan un terrible daño dental.
El estudió se dedicó a examinar las asociaciones entre las patologías dentales, el sexo, las instalaciones en las que viven, la duración de su cautividad y otros factores, y lo más alarmante, es que gran parte del daño en sus dientes, se produce por acciones de las mismas orcas, las que realizan por aburrimiento, estrés o intentando escapar al intentar morder los tanques en los que viven. Estas son algunas de las terribles consecuencias:
1. Malformaciones desde temprana edad
Gracias a las investigaciones, pudo descubrirse que:
- El daño dental severo observado en las ballenas en cautiverio, comienza desde muy temprana edad.
- Un 45% de las ballenas, exhibieron un desgaste coronal mandibular medio de nivel moderado y un 24% adicional, tenía un desgaste de mayor o extremo.
- Más de un 61% de los dientes de mandibulares 2 y 3, y un 47% del diente mandibular 4, tenían evidencias de haber sido sometidos al procedimiento de pulpotomía modificado.
- Se cree que por morder las superficies duras de los estanques, probablemente contribuyen a estas patologías.
2. La mayoría de las orcas tiene daño mandibular
Los pudieron evaluar en su estudio las mandíbulas y maxilares de las 29 orcas cautivas en un parque temático de los Estados Unidos. Cada diente fue puntuado por desgaste coronal y desgaste en o debajo de la línea de la encía.
También, pudieron observar muchos dientes fracturados o faltantes. Las meras estadísticas al respecto, describen la distribución y la gravedad de las patologías, en las que se estimó que aproximadamente un 24% de las ballenas tienen un desgaste coronal mandibular mayor o extremo, con desgaste coronal y desgaste en o por debajo de la línea de las encías altamente correlacionados. Además, más de un 60% de los dientes mandibulares 2 y 3 exhibían fracturas, en estas mismas piezas dentales, se vio evidencia de dientes perforados, en un 61%.
3. Las orcas nacidas en cautividad son cientos de veces más propensas al daño
Este estudio comparó también, el daño de las orcas capturadas de la naturaleza con las que nacieron en cautiverio. Descubriendo que las que nacieron encerradas, no están “más acostumbradas” sino por el contrario el daño dental es incluso mayor.
Cuatro de cada cinco orcas, con los índices de patologías dentales más altas, nacieron en cautividad. Y si bien, se observó diferentes grados de daño, se pudo estimar que todas las patologías comenzaron desde muy temprana edad.
Desde que se hicieron públicos los registros dentales y de salud de las ballenas, la industria de parques temáticos se encuentra en la mira, sin embargo, nadie aún hace nada.