15.000 Científicos De Todo El Mundo Entregan Alerta Sobre El Futuro De La Humanidad

Preocupados por el planeta, 15.000 científicos de 184 países distintos se han manifestado por segunda vez en 25 años, para advertir a la humanidad sobre los hábitos ambientales que están destruyendo a la Tierra. “Un segundo aviso ”  es el nombre del artículo que firman estos científicos en la revista BioScience, en el que hablan de las “señales obvias de que vamos por una camino insostenible”

Sin embargo, no todo es negativo, también figuran acciones y sugerencias de la comunidad científica para intentar revertir estas tendencias destructivas.

Los grandes problemas a los que se enfrenta la humanidad y que amenazan nuestro bienestar según los expertos son principalmente:

El cambio climático, la deforestación, la falta de acceso al agua dulce, la extinción de las especies y el crecimiento de la población humana.

La mayoría de esos problemas aún se encuentran sin medidas paleativas por parte de los gobernantes, con el objetivo de ser revertidos, peor aún, como ya sabemos, el presidente de EE.UU. niega su existencia.

Los estudiosos dividieron el artículo en 13 áreas en las que se debería intervenir de forma urgente. Entre ellas se encuentra:
Crear más reservas terrestres y marinas; fortalecer la aplicación de las leyes contra la caza furtiva y las restricciones al comercio de especies silvestres; ampliar los programas de planificación familiar y de educación para las mujeres;
promover un cambio de dieta basada en las plantas (vegetarianismo) y la adopción “generalizada” de energías renovables y tecnologías “verdes”.

No está demás agregar que ésta no es la primer advertencia, ya que en 1992 se publicó “Advertencia de los científicos del mundo a la Humanidad”, publicada por la Unión de Científicos Preocupados. Aquella vez firmaron 1.700 científicos, entre ellos todos los Premios Nobel.

Esta nueva advertencia fue escrita por un equipo internacional liderado por el profesor William Ripple de la Universidad de Oregón. La información con la que se elaboró el informe surge de datos de agencias gubernamentales, organizaciones sin ánimo de lucro e investigadores independientes para advertir sobre los “daños sustanciales e irreversibles” que se están provocando al planeta Tierra. “Los que han firmado esta segunda advertencia no están solo lanzando una falsa alarma”, dice Ripple.

Se piensa que algunas personas  “podrían tener la tentación de ignorar estas evidencias y pensar que estamos siendo alarmistas”, comentó Ripple, pero “los científicos saben interpretar datos y mirar a las consecuencias a largo plazo”

 

El futuro no se ve muy prometedor,  pero se han hecho algunos progresos en materia ambiental según los científicos, destacan dos:

Reducción de los productos químicos que dañan la capa de ozono y aumento de la energía generada con fuentes renovables.
En algunas regiones se ha producido un “rápido descenso en las tasas de natalidad, lo que puede atribuirse a inversiones para la educación de las mujeres” y también se ha registrado una ralentización de las tasa de deforestación en algunos lugares.

Malas Noticias

Dentro de las situaciones de riesgo,  el artículo destaca la problemática del agua dulce que ha descendido en un 26 % disponible “per capita”; el descenso en las capturas de peces, pese al aumento de los esfuerzos pesqueros, o un incremento del 75 % en las zonas muertas de los océanos. Realmente malas noticias.

 

Otra preocupación es la deforestación ya sufrida por el planeta, ya que se han perdido unas 122.000 millones de hectáreas de bosques a nivel mundial con el fin de instalar actividades agrícolas, el continuo incremento de las emisiones globales de carbono y el aumento de las temperaturas que provocan incendios, además.

La Alianza de Científicos Mundiales también destaca el aumento del 35 % de la población humana, mientras se da una reducción colectiva en la biodiversidad del 29 % en el número de mamíferos, reptiles, anfibios, aves y peces. No es un panorama muy alentador y los gobiernos deberían tomar cartas en el asunto,  antes de que sea aún peor de lo que será para nuestros nietos.