Cientos y miles de familias latinoamericanas viajan durante semanas para llegar a Estados Unidos con la esperanza de huir de la pobreza y la violencia instaurada en sus países de origen; sin embargo, no tienen conocimiento de lo que les depara durante los minutos posteriores al ingreso de la frontera estadounidense.
Lo que sucede es que en vez de poder ejercer su derecho a migrar, los adultos son detenidos e incluso encarcelados, mientras que los menores de edad son obligados a separarse de sus familias. Todo esto se da bajo las nuevas políticas migratorias implementadas por el presidente Trump que no sólo han endurecido los castigos a quienes traspasan los límites fronterizos de forma ilegal, sino que además son las culpables de la separación de miles de niños inmigrantes, quienes son separados de sus familias después de pasar por el control policial de la frontera.
Según el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, al menos 1.995 menores de edad han sido separados de sus padres en sólo seis semanas y gracias a la política de tolerancia cero del gobierno de Donald Trump.
Sin tiempo para explicarles la situación, los miles de padres deben aceptar la idea de dejar a sus hijos completamente a la deriva y sin tener certeza de que podrán volver a verlos en el futuro cercano. A las autoridades no les importa la edad, los niños y adolescentes pasan a estar bajo el tutelaje del Departamento de Salud y Servicios Humanitarios, el que se ocupa de su traslado hasta centros de detención u hogares de acogida donde tienen que esperar por semanas e incluso meses para postular a una familia adoptante o hasta que sus padres sean liberados de prisión o puedan aclarar su situación con la ley.
“Es inadmisible”
El aumento de menores inmigrantes “sin compañía”, ha dado como resultado una verdadera tormenta en Estados Unidos y el mundo, especialmente luego de la viralización de vídeos e imágenes que muestran el paupérrimo estado que existe al interior de los centros de acogida y/o detención a donde son llevados los niños y adolescentes.
Incluso una de las personas que se ha pronunciado en contra de la separación que hoy sufren las familias migrantes ha sido Melania Trump. La primera dama rompió su habitual silencio entorno a políticas públicas implementadas por su esposo; sin embargo, esta vez, la Primera Dama de Estados Unidos ha manifestado su rechazo por el ejercicio de separar a los menores de sus padres y emplazó a ambas partes a actuar de forma urgente.
“La señora Trump odia ver a niños separados de sus familias y espera que ambos lados del arco político se pongan de acuerdo para lograr una reforma migratoria satisfactoria. Ella cree que necesitamos ser un país que siga todas las leyes, pero también un país que gobierne con el corazón”, explicó Stephanie Grisham, directora de comunicaciones de Melania.
Según su intervención en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Estados Unidos estaría cometiendo un “abuso de menores”, el que podría provocar “daños irreparables” y “consecuencias de por vida” en los niños. “Pensar que un Estado busca disuadir a los padres infligiendo tal abuso a los niños es inadmisible”, dijo Ra’ad.
De la misma forma, el senador demócrata por el Estado de Oregon, Jeff Merkley declaró que la separación forzosa de los niños con sus familias es “totalmente innecesario”, ya que éstos pueden permanecer junto a sus padres mientras ellos esperan una audiencia para resolver su situación en el país. “Lo que estamos haciendo como país está causando un daño enorme estos niños y sus padres, cuando es totalmente innecesario mientras están esperando por su audiencia para obtener asilo. Esos niños que han sido separados de sus padres ya están traumatizados”, sentenció.
El realmente preocupante la gran cantidad de niños que hoy se encuentran a la deriva en Estados Unidos. Dicho número sufrió un aumento desde el mes de mayo, fecha en la que el fiscal general Jeff Sessions determinó que todos los migrantes que intentaran cruzar la frontera de manera irregular, serían detenidos.
Por supuesto esto es lo que ha provocado que la capacidad de los distintos recintos que dispone el gobierno para acoger a los menores de edad sea sobrepasada. Cuando sus padres son detenidos por agentes policiales, los niños que se quedan solos quedan hacinados y sin espacio para su correcto y normal desenvolvimiento.
Durante estos últimos días y después de que la Patrulla Fronteriza de Texas dejara que un grupo de periodistas ingresara a uno de los recintos que fue creado en dicho Estado, quedó al descubierto que muchos niños residen en recintos similares a las jaulas, en las que viven incluso 20 niños. En ese lugar es sonde esperan el reencuentro con sus padres.
